Tema: Bicicletas

Mi relación con las bicicletas comienza antes de venir al "pequeño continente"( en contra de la expresión "viejo continente"...como si los otros no tuviesen historia). Bueno, volviendo a las bicicletas, decidí que no quería depender del transporte público, de conseguir monedas, o de somenterme al Leberwurst humano de la hora pico. Así que puse en condiciones una vieja playera y me sumergí en el apasionante mundo de la supervivencia al tráfico porteño, incluyendo taxis que doblan sin guiño, puertas que se abren repentinamente y claro, la carencia de bicisendas. Era una buena forma de levantarme alerta y aprovechar el aire libre.

Todo ese fantástico mundo duró un mes, hasta que la compañera de aventuras fue robada con candado y todo, en pleno centro de Olivos.

Hice esa introducción para poder explicar lo que sucedio en Brenderup, un pueblo donde no hay ni un pub ( algo que acá es inentendible, lo digo para que se imaginen el tamaño del poblado). Marco, un amigo mexicano, me regaló una bicicleta que tenía de más para que traiga a Copenhague.

-Dejalá ahí que no pasa nada.

-¿Estás seguro?

-Si.

Así que dejé reponsando mi nueva amiga y al otro día cuando me disponía a aceitarla y ponerla a punto, metros antes de llegar pensaba: “que bueno estos países desarrolados en los que uno deja la bicicleta sin candado y no pasa nada”. OBVIO, que cuando llegué: no estaba, alguien me la había tucumaneado. Quizá fue alguien no quería que extrañe...Definitivamente, no es un buen año para mis bicicletas.

Todos con los que hablaba me recomendaban tener una bicicleta si vivía en Copenhague, todos tienen una y el tren sale 3 euros ($15) cada vez que te subís. Las razones sobraban, así que me puse en campaña para averiguar dónde comprar una usada, en qué barrio, en qué local, cuestión de no perder tiempo. Hablando con un chico que estudia teología (para ser Pastor) me dijo:

-Bueno, podés comprar una, lo que sería un mínimo de 100 euros o podés agarrar una abandonada en la estación central, todos lo hacen. La gente las deja porque tienen una goma pinchada, siempre que no tenga candando.

-Ehm, pero,¿no es robar?

-...muchas están abandonadas, no tienen candado.Si la policia te pide los papeles de la bicicleta, te pueden cobrar una multa ..pero sólo te frenan si hacés una infracción.

"Si el que estudia teología me recomienda eso... todavía tengo posibilidades de no ir al infierno".

Tengo que decir que no me animaba, mi conciencia y mi moral no me dejaban...pero como soy un hijo de la cultura de masas y carente de pensamiento crítico, al encontrarme con que el 80 % de los estudiantes se “encuentran” bicicletas sin candado...ya voy por la segunda.

La primera tenía las gomas pinchadas, y cambiarselas costaba 100 euros ($500 por dos llantas nuevas?!), ahora lo raro, es que si hay algo que sobran son bicicletas y bicicleterías...¿cómo pueden ser TAN caros los repuestos?. La volví a dejar adónde la encontré, y sigue estando ahí.

La segunda, estaba destruida...tan oxidada que por su color y tenazidad fue apodada Carlos Javier MAC ALLISTER, en honor al 3 de Boca. La rueda de atrás era una S, el volante temblaba... un Falcon de las bicicletas.

Hace unos días decidí dar una vuelta al barrio para tomar aire, así que Mac Allister y yo nos aventuramos unas cuadras, hasta que a mi izquierda me hace señas una moto de la Policia . Me habla en danés. Me sigue hablando en danés. Jason está nervioso. Ahora en inglés: “Tenés que ponerle mejores luces a la bicicleta” ....uuuuff! “Si, ahora mismo se las cambio”.

Pero un buen día Mac Allister se desgarró, se le explotó una goma, con tanta mala suerte que era el día que había aprovechado para ir al supermercado...40 minutos pedaleando en llanta con todas las compras.

Ahora estoy esperando que me presten una, cuando la dueña encuentre las llaves del candado, o cuando las busque.

*Mac Allister