Para contextualizar un poco el blog y para los nuevos lectores, voy a resumir el por qué de estos 5 meses en Copenhague.
Hace menos de 100 años mis abuelos decidieron irse de acá para probar suerte en Argentina, que los recibió con los brazos abiertos, les dió casa, trabajo, amigos y una familia. Es por eso, que tengo el pasaporte danés. A partir de 1978, luego de una descuidada política de inmigración, cambiaron la ley y para renovar el pasaporte danés tengo que vivir un año en Dinamarca y hablar danés antes de cumplir 22 años, es decir, antes del 24 de Diciembre.
La mala política de inmigración concluye en que ahora se ven desbordados de, mayormente, pakistaníes, turcos y somalíes. Necesitaban mano de obra, pero lo que no pudieron preveer es que la mayoría no se iba a lograr adaptar a esta sociedad occidental. En fin, ese el gran debate político interno/europeo.
Sabiendo que tenía que venir y que el pasaje no es tan accesible, decidí suscribirme a un encuentro sobre el cambio climático para jóvenes, el cual ofrecía cubrir los costos y se llevaba adelante en Dinamarca. Sólamente había que poner por qué era tan importante el cambio climático, algo que la guitarra 100% arshentain pudo sonar convincente y un mes más tarde me informaron que había sido seleccionado para participar en dicho encuentro. Es decir, tenía un pasaje ida y vuelta a Dinamarca, con diez días... todo incluído.
Ya teniendo el avión, decidí cambiar el pasaje de vuelta y quedarme haciendo un intercambio. Por suerte ya había comenzado los trámites, lo más dificil fue encontrar materias para poder hacer con la única universidad danesa con la que hay convenio "Copenhagen Business School". Claro, yo estudio Comunicación Social, y es una escuela de económicas. Pero no fue impedimento para que ahora esté haciendo cinco materias.
Por otro lado, también necesitaba un lugar para quedarme. Mi primer idea era conseguir, de alguna forma, un lugar adonde poder quedarme, como máximo un mes y una vez que tenía trabajo...alquilaba una habitación.
Una señora danesa que conoció mi querida madre mientras le hacía de guía turística por Buenos Aires, ofreció gentilmente su casa mientras ella estuviera de vacaciones en Canadá (dos meses) . Algo realmente sorprendente, no me conocía y me dejó su casa DOS meses. Claro, los planes originales, no contemplaba que por "la crisis" (??) finalmente fue complicado conseguir un trabajo y ya decidí abortar la búsqueda. Ahora, me gano la vida tocando la gaita en la calle y con eso me alcanza para vivir.
La señora volvió el lunes de vacaciones y me pasó al departamento de su madre, que está internada en el hospital con un cuadro crítico, sobretodo por su edad: 100 años.
Al mismo tiempo me hice amigo de Gustavo, un marplatense que nos representa vendiendo comida argentina en un local que llamó Tango Foodclub. Ahí intercambiamos largos debates políticos, peladas de papa y zanahoria por comida. Así que, estoy comiendo guiso de lentejas, choripan, empanadas, tartas...etc.
La verdad es que me siento muy afortunado por como se dan las cosas y las oportunidades... tenía que escribirlo.
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3 comentarios:
ahhh era por eso que te habías ido....
blah... se nota?
:D
Me encanta leer tu blog y seguir tus andanzas, me gustó mucho: "La verdad es que me siento muy afortunado por como se dan las cosas y las oportunidades..." Bravo, Jason!
Te lo mereces Jay!!! Seguí disfrutando.
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