martes, 27 de octubre de 2009

Sábado sinfónico

- Tengo una entrada para escuchar a la Sinfónica de Dinamarca, pero no voy a ir...¿querés ir vos?

-Obvio.

Como diría el salmón de Calamaro, si es rápido y es gratis...why not?

Así empezó el sábado: pasé a buscar la entrada por la casa de la señora que no iba a ir, me adelanta que va a ser un concierto de 2 horas donde se tocarán piezas de Bernstein y Mahler, que el "Concert Hall" se inaguró en enero, y lo diseñó el famoso arquitecto francés Jean Nouvel.
Para no perder la maldita costumbre, llegué 10 min tarde, aunque si sirve de excusa estaba lloviendo y yo en bicicleta, claro. A la distancia se logra visualizar el DR Koncerhus (Concert Hall), ya se pueden ver diferentes habitaciones con paredes de vidrio que sirven de salas de ensayos individuales, y al mismo tiempo traslucen figuras humanas proyectadas sobre el inmenso edificio con forma de un cubo azul.
Una vez adentro, me ataja un señor lleno de audiculares, que más que acomodador parecía de la CIA. Me dice que tengo que dejar mi abrigo y la mochila..."cagamos hay que pagar" pensé, pero antes de preguntarle, se me adelanta y dice:

-Hay un guardaropa que sale 3 euros y uno público que es gratis.
No hace falta aclarar adonde dejé las cosas.

- Debe tomarse el ascensor hasta el piso 6 y ahí va a encontra a alguien que lo guiará, seguramente tendrá que esperar porque ya comenzó el concierto.

Me tomé el ascensor. Ya comenzaba a analizar todo, decía un máximo de 19 personas, pero físicamente era imposible que entrara tanta gente, como todo tiene que estar "bajo control", supongo que lo hacen para asegurarse que entre menos gente de la que puede soportar, y así tener un margen. En fin, salgo a un pasillo, pero Alguien no estaba. No había nadie. Nadie. Camino un poco más y llego al final, donde hay dos puertas. "¿Cuál será? ¿Abro o espero? ...Bueno, voy por la de la izquierda, y si salgo al escenario...saludo ". Así que lentamente giré el picaporte, y una vez que comprobé que no salía al escenario, me dispuse a entrar..obviamente Alguien estaba sentado adentro, con aspecto de agente de la CIA, aunque sólo aspecto, sin la actitud del primero. Me indica mi asiento, que por supuesto, estaba en el medio de una fila toda ocupada, lo que significaba que tenía que atravesar a 6 personas, por lo que finalmente decidí sentarme una fila más atrás, solo.
La sala es imponente, mucho más que el total del edificio, se puede ver una imagen 360 haciendo click aquí. Y hay más imágenes en esta otra página.
La coordinación de los músicos, en conjunto con la directora, que por su efusividad parecía que en cualquier momento salía volando, hacían un show impactante. La primer sorpresa llegó cuando terminaron de tocar y NADIE aplaudió. Por las dudas no quise ser el precursor del aplauso, la mayoría de la gente parecía habitué. Es más, creo que era el único que su color de pelo, no era blanco.
Lo interesante también me resultó analizar cómo la gente apreciaba el espectáculo. A mi lado, tenía una señora que decidió que el sábado a la noche iba a pagar 50 euros, y que se iba a dormir una buena siesta mientras 50 músicos tocaban para ella. Claro, que no tuvo en cuenta que a Mr. Mahler le encantaba incluír estruendosos platillos y cambios repentinos de rítmos, lo que hacía que la pobre señora pegue unos saltos que ni les cuento... con qué derecho interrumpen de forma tan abrupta su dulce sueño. En frente, tenía un señor que parecía aprobar con su dedo índice la pieza interpretada pora la sinfónica, compenetrado totalmente, pero sin bajar el dedo. Por momentos hacía que tocaba su piano imaginario. Como cualquier rockero que se sienta en el living de su casa e intenta tocar la guitarra imaginaria mientras escucha una canción, bueno él lo hacía con el piano y una sinfónica de fondo.
El silencio era de velorio, de vez en cuando se escuchaba alguien que tosía, pero no más que eso. En un momento, medio aburrido, comencé a leer el programa en danés, o al menos intentar comprender algo. A la tercer hoja que paso, Señor Índice me hace una seña (con su dedo preferido, claro) que haga silencio. Si, que no pase de hoja en el programa porque lo distraía...
Terminan de tocar y esta vez sí, todos aplauden y muy efusivamente. Aplaudo también.
El público se levanta, porque según el programa, que apenas pude ver, hay una pausa de media hora. Si, media hora. ¿Qué hago media hora? Decidí recorrer el lugar. Las escaleras son de concreto, parece La Bombonera (cancha de Boca Jrs), sigo sin entender por qué se utiliza tanto ese material tan frío. En la entrada hay distintas barras con bebidas, que por un segundo me hicieron ilusionar que era para acoger a los espectadores y estaba incluído con la entrada, pero por supuesto que había que pagar. Así que fuí al único lugar para el que alcabaza mi presupuesto: el baño. Para mi sorpresa, todas las peredes estaban espejadas y el lavamanos era una tabla de cermámica larga, y levemente inclinada hacia la pared, de esa forma se escurría el agua y no se llegaba a ver ranura alguna. Interesante.
Fue en el baño que me encontré con un chico de 14 años, que me dió a entender que sus padres no le habían dado a elegir, que no era la primera vez y que todavía quedaba una larga hora. Un poco lo entendí. De vuelta en el hall me topé con un pseudo hippie, que con la mirada me dijo: Ah, a vos también te la regalaron...

Una vez en mi asiento, me percaté que las violinistas entraban con su cartera...¿tenían miedo de que las roben? no sé, pero me resultó curioso.
Una hora más de concierto. Se pasó rápido hasta los últimos 15 min, que ya empezaba a mirar el reloj con cariño, tratando de que la agujas avancen un poco más rápido. El final fue imponente, y por lo que inmediatamente después llegó la ovación del público, que llevado a música clasica es un aplauso, y todos siguiendo el mismo tempo...así de alentador. La señora de la siesta se levantó como si nada, se fue a, seguramente, continuar durmiendo en su casa.

Esa fue mi sábado sinfónico, algo que hay que hacer, aunquesea una vez.

* DR Koncerthus por fuera

* La sala principal del DR Koncerthus.

sábado, 24 de octubre de 2009

Racconto

Para contextualizar un poco el blog y para los nuevos lectores, voy a resumir el por qué de estos 5 meses en Copenhague.
Hace menos de 100 años mis abuelos decidieron irse de acá para probar suerte en Argentina, que los recibió con los brazos abiertos, les dió casa, trabajo, amigos y una familia. Es por eso, que tengo el pasaporte danés. A partir de 1978, luego de una descuidada política de inmigración, cambiaron la ley y para renovar el pasaporte danés tengo que vivir un año en Dinamarca y hablar danés antes de cumplir 22 años, es decir, antes del 24 de Diciembre.
La mala política de inmigración concluye en que ahora se ven desbordados de, mayormente, pakistaníes, turcos y somalíes. Necesitaban mano de obra, pero lo que no pudieron preveer es que la mayoría no se iba a lograr adaptar a esta sociedad occidental. En fin, ese el gran debate político interno/europeo.
Sabiendo que tenía que venir y que el pasaje no es tan accesible, decidí suscribirme a un encuentro sobre el cambio climático para jóvenes, el cual ofrecía cubrir los costos y se llevaba adelante en Dinamarca. Sólamente había que poner por qué era tan importante el cambio climático, algo que la guitarra 100% arshentain pudo sonar convincente y un mes más tarde me informaron que había sido seleccionado para participar en dicho encuentro. Es decir, tenía un pasaje ida y vuelta a Dinamarca, con diez días... todo incluído.
Ya teniendo el avión, decidí cambiar el pasaje de vuelta y quedarme haciendo un intercambio. Por suerte ya había comenzado los trámites, lo más dificil fue encontrar materias para poder hacer con la única universidad danesa con la que hay convenio "Copenhagen Business School". Claro, yo estudio Comunicación Social, y es una escuela de económicas. Pero no fue impedimento para que ahora esté haciendo cinco materias.
Por otro lado, también necesitaba un lugar para quedarme. Mi primer idea era conseguir, de alguna forma, un lugar adonde poder quedarme, como máximo un mes y una vez que tenía trabajo...alquilaba una habitación.
Una señora danesa que conoció mi querida madre mientras le hacía de guía turística por Buenos Aires, ofreció gentilmente su casa mientras ella estuviera de vacaciones en Canadá (dos meses) . Algo realmente sorprendente, no me conocía y me dejó su casa DOS meses. Claro, los planes originales, no contemplaba que por "la crisis" (??) finalmente fue complicado conseguir un trabajo y ya decidí abortar la búsqueda. Ahora, me gano la vida tocando la gaita en la calle y con eso me alcanza para vivir.
La señora volvió el lunes de vacaciones y me pasó al departamento de su madre, que está internada en el hospital con un cuadro crítico, sobretodo por su edad: 100 años.
Al mismo tiempo me hice amigo de Gustavo, un marplatense que nos representa vendiendo comida argentina en un local que llamó Tango Foodclub. Ahí intercambiamos largos debates políticos, peladas de papa y zanahoria por comida. Así que, estoy comiendo guiso de lentejas, choripan, empanadas, tartas...etc.

La verdad es que me siento muy afortunado por como se dan las cosas y las oportunidades... tenía que escribirlo.
*De izq a der: Juampi, un chico argentino, cantante y guitarrista, con el que estuvimos deleitando a los peatones de la calle principal con una particular versión de Lunes por la Madrugada; Gustavo de Tango Foodclub; yo.

domingo, 18 de octubre de 2009

Salí a correr...

-Esto sí es el primer mundo! diría alguno

Otro afirmaría :

-Mucho primer mundo, pero no saben lo que se pierden!

La cuestión es que ayer salí a correr, sin rumbo, terminé en un parque muy grande, y para mi sorpresa, entre los árboles y lagos, había ciervos... en lugar de travestis. Qué bueno o qué cagada...depende para quien.



Nota al pie: En Buenos Aires, un lugar muy utilizado para salir a correr son los "Lagos de Palermo", que al mismo tiempo sirve de zona roja.

lunes, 12 de octubre de 2009

Cómo tocar la gaita en Copenhague, en 5 simples pasos interactivos

A continuación se incluye una receta por si usted está pensando en venir a tocar la gaita a Copenhague:


Paso 1: Cambiarse.

Paso 2: Colocar el recibidor de monedas.

Paso 3 : Hacerse lugar entre la marea de bicicletas y comenzar a tocar.

Paso 4: Cambiar de lugar. Estudios de marketing callejero aseguran que la primera impresión es la que más dinero deja.


Paso 5: Lector, por favor observe el detalle de las alpargatas.


jueves, 8 de octubre de 2009

perTé


Les presento al té más barato que conseguí en todo Copenhague....LORD NELSON. En este momento, y a través de este blog, propongo iniciar un juicio contra quien haya dado un titulo nobiliario a Don LORD NELSON y/o al gerente de marketing que se le ocurrió el pésimo nombre...
Traten de reflexionar estas palabras: té, inglaterra, inglés, Lord...¿se les viene el nombre Nelson a la mente?

Me despido, sin nada contra los Nelson´s.



pd. Esto me recordó a "Nelsound and lighting"...un señor llamado Nelson que tiene una empresa de luces y sonidos ...no es un chiste.

domingo, 4 de octubre de 2009

La calle y sus historias II

La calle tiene para ofrecernos historias muy extrañas, en unos días haré un gran resúmen de lo que puede ocurrir cuando uno hace de ella, un trabajo. Entre todas, resalta una que ocurrió el viernes pasado, cuando me dispuse a tocar la gaita a la gorra en Vesterport, a la salida del subte/metro. A pesar de parecer un lugar popular y céntrico, no pasaba mucha gente. No valía la pena, pero la vida me sorprende con la siguiente conversación:

-¿Sos músico profesional? Pronuncia una pequeña mujer.
-OBVIO. ¿Qué tiene pensado?
-¿Conocés a Tom Cruise?
-Si.
-Yo pertenezco a su iglesia (???). No le rezamos a Dios, sino que ayudamos a la gente...se llama Cienciología. Hoy hacemos un acto a las 19 y me gustaría que vegas a tocar. ¿Podés?
- A las 18 30 estoy ahí.

La verdad es que pensé que iba a ser una Iglesia pequeña donde iba a terminar tocando en una ronda, y todas señoras mayores a mi alrededor cantando, algo igualmente muy bizarro (freak) y valuable para contar a los nietos en algunas décadas. "Vos siempre pensá en la anécdota" me marcó a fuego un amigo. Sin embargo, cuando pisé "el templo" rápidamente denotó lo equivocada que estaba mi imaginación, lejos estaba de ser austero. Gente de todos lados del mundo, una oficina en honor a su fundador y que es utilizada como templo; Si una oficina: escritorio, libros, etc.
Me explican que me iban a dar una remera (camiseta) y que iba a tocar dos temas al principio y dos al final, que los del final deberían ser motivantes porque es cuando viene la donación de la gente, "vos sabés. tienen que estar motivados"...ya marcaba un poco, lo que se intuía adentro.

-Te vamos a pagar 100 euros como acordamos. ¿Está bien?
-Si.

Ahora, ¿será que sólo un argentino es capaz de darle vuelta la media, y ser la persona la que le saque la plata? No sé, pero me pagaron ellos a mí...un gran ladrón.

Me pusieron a un señor para que me "acompañe" y para que nunca me falte nada. Se portó muy bien, me dio de comer y de tomar todo lo que le pidía. Pero a un costo: hablandome las cuatro horas sobre lo bueno que era la Cienciología, es verdad que de curioso le hacía preguntas, quizás por verme "interesado" no paró hablarme un segundo.

Pasaron los primeros dos temas en la entrada del edificio, y ahora debía esperar hasta el final del acto para volver a tocar. El acompañante dice:

-Bueno ahora que tenemos dos horas, podemos ver un DVD sobre la Cienciología,y hasta está en español!
-Gracias, pero prefiero ir a caminar.

Siendo honesto y sin vueltas, me fuí a caminar por el centro. Vuelvo a la hora estipulada y el "acto" seguía. Consistía en la reproducción de un video de 1986, lo curioso es que dividían a la gente según su lengua madre. Es decir, había diferentes habitaciones que pasaban el mismo video en ruso, italiano, españosl, danés, inglés...para que nadie mal interprete el mensaje. Algo interesante desde la perspectiva de la comunicación. Pero ahí estaba yo, viendo el escenario en el que debía tocar: un atril con micrófonos, una patalla gigante, carteles colgando y unas 150 personas escuchando como alguien trataba de motivar a la gente, con constantes gritos que pedían la aprovación del público presente..."muy norteaméricano"...lo cierto es que de ahí proviene el movimiento.
Seguía siendo muy bizarro, yo ya con su remera puesta, faltaban minutos para tener que tocar y motivar a la gente para que done lo que, en fin, sería parte de mi sueldo.
Llegó el momento y a la gente le gustó, por lo menos aplaudían de pie. Estuvo bueno, y mejor aún cuando cobré. Sigo esperando que me manden las fotos de ese peculiar momento para poder subirlas al blog.
Antes de irme el Señor Acompañante me hizo entrega de DOS dvds y un libro por si tengo más dudas sobre "la organización", todo en español "latam" (latinoamericano).

Aclaro que no tengo nada encontra de la Cienciología, y al igual que todas las religiones, me parece que, siempre que sea un beneficio para la persona, es un beneficio para todos. Ahora algunas cosas curiosas: Señor Acompañante (quién también me dejó su celular) hacía énfasis en aclarar que ahí todos tenían libertad y todos estabas porque querían, y que era muy libre con respecto a la religión, que cada uno puede creer en lo que quiera...lo que me hizo preguntarle:

- ¿Cómo una religión permite que se crea en otras religiones?
-Nosotros creemos en en espíritu.
-¿Pero es una religión?
-Si.

Pensado un poco, todas las religiones están libres de impuestos, y reciben otros beneficios, que cuando se manejan números tan grandes...imaginen que Tom Cruise con que done un porciento de su suelo...ya está.

En la sede de Copenhague trabajan 250 personas, todas pertenecientes a la organización. Tienen como niveles que uno asciende cuando recibe cursos, que obviamente, se pagan. Viven todos juntos en un hotel que, también, pertenece a la organización, y por ejemplo, Señor Acompañante trabaja siete días a la semana, de 9 a 23...aunque me aclaró que no trabaja todo el tiempo, sino que también "estudia".

En fin, "cada loco con su tema".